Tras la autoproclamación de Iván IV, o Iván el Terrible,
como zar de Rusia, las cosas no cambiaron mucho: los rusos siguieron utilizando
el calendario juliano, apenas avanzaron en ciencia y siguieron utilizando los
mismos sistemas en política. Durante el reinado del último zar del imperio
ruso, Nicolás II, los bolcheviques fueron haciéndose con el control de Rusia hasta
que el 8 de noviembre del 1917, Vladimir Ilich Lenin se convirtió en el primer
presidente bolchevique, ¿pero como llego esto a pasar?
Las protestas contra el zar
comenzaron por la creciente inestabilidad económica y militar y por distintos
sucesos que provocaron la impopularidad de Nicolás II, por ejemplo: el Domingo
Sangriento, la Tragedia de Jodykna y los linchamientos contra los judíos. Por
esto último los más críticos comenzaron a llamar al zar Nicolás,
<<Nicolás, el Sanguinario>>. Además, las clases sociales rusas
estaban muy divididas, el pueblo llano pasaba hambre y el invierno del 1916 fue
muy duro, sobre todo por la participación de Rusia en la Primera Guerra
Mundial. Todo esto fue lo que provoco la revolución rusa que está dividida en
dos partes: la de febrero y la de octubre; que realmente ocurrieron en marzo y
en noviembre puesto que en Rusia a diferencia del resto del mundo utilizaban el
calendario juliano.
La revolución de febrero
consistió en varias huelgas de trabajadores en Petrogrado, lo que hoy conocemos
como San Petersburgo, que era la capital del Imperio. Finalmente, a causa de las
huelgas y revueltas el zar abdicó y un gobierno provisional dirigido por
Alexander Krenski tomo el poder. Al principio todo iba bien, el pueblo se
sentía liberado y las primeras semanas fueron bastante pacíficas. Pero la calma duro poco, ya que,
tras la liberación de Vladimir Lenin del exilio los soviets comenzaron a
reclamar poder político al gobierno provisional y el control sobre las milicias
y fue así como el partido bolchevique, liderado por Lenin, comenzó a
popularizarse y extremizarse.
Así fue como Lenin gracias a sus
dotes como orador y populista comenzó a hacerse el portavoz del descontento
general que había comenzado a extenderse y con el nuevo poder adquirido comenzó
a difundir los ideales de Karl Marx para sustituir así el sistema capitalista por
un sistema socio-económico denominado, socialismo tratando de instaurar la
dictadura del proletariado. Tras esto el líder Alexander
Krenski comenzó a perder popularidad además de crear una situación de
desconfianza respecto al pueblo. Como se seguían enviando tropas para luchar en
la Primera Guerra Mundial hubo varias huelgas y manifestaciones por lo que el
gobierno reprimió al pueblo y empezó a seguir a los que estaban en contra. Aprovechándose
de la situación Lenin y Trotski trataron de instalar el sistema comunista
echando a los líderes del Gobierno provisional.
En la revolución de octubre, los
soviets comenzaron a apoderarse de puntos estratégicos de Petrogrado, incluso
asaltando el Palacio de Invierno para así expulsar al gobierno provisional.
Lenin impuso 3 medidas: La paz inmediata, un decreto para la distribución de la
tierra entre los campesinos y el estado y la formación del soviet de comisarios
del pueblo. Este último organizó unas elecciones para crear una asamblea y un
nuevo gobierno. Sin embargo, el partido bolchevique de Lenin quedó segundo
habiéndoles superado el Partido Social Revolucionario. Tras los desastrosos resultados
Lenin disolvió la asamblea provocando una guerra civil puesto que esta fue
democráticamente elegida. Los bolcheviques crearon La Checa, una organización
de carácter político y militar para acabar con los opositores, reprimieron a
los opositores de muchas formas incluyendo brutales métodos de tortura y campos
de concentración.
Finalmente, tras el asesinato de
la familia del zar en 1918 y la victoria del ejército rojo, en 1922 se formó la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y así se formó la nación comunista
que en el futuro sería la más poderosa de estas.

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